Escandalosa sesión ordinaria del Concejo Deliberante de Quilmes programada para ayer martes fue suspendida tras a falta de quórum, debido a la ausencia de concejales tanto del oficialismo como de la oposición. Ninguno de los bloques logró reunir el número mínimo requerido para dar inicio formal a la jornada, generando desconcierto en el recinto y entre quienes esperaban el desarrollo habitual del debate legislativo.
Lo más llamativo es que el orden del día no contenía expedientes conflictivos ni temas de alto voltaje político. De hecho, las Comisiones de Trabajo no se habían reunido durante abril por razones de agenda, lo que reducía aún más las expectativas de discusión tensa. “Es raro. No había nada conflictivo en el orden del día”, comentó un concejal que sí se hizo presente y permanecía en su banca a la espera del resto de sus colegas.
Habia muchas personas en los pasillos del edificio deliberadamente sin ingresar al recinto, lo que hizo imposible habilitar la sesión. Esta parálisis legislativa deja en suspenso iniciativas municipales menores, pero vuelve a evidenciar la baja productividad del cuerpo en lo que va del mes y ya es preocupante falta de compromiso institucional en un contexto donde la comunidad exige respuestas concretas.