Con una llamativa vestimenta durante una entrevista en el canal de streaming Blender, el diputado nacional y líder de La Cámpora se refirió a la situación judicial de su madre, la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Lo hizo luciendo una campera de Argentino de Quilmes, detalle que no pasó desapercibido para los vecinos de la ciudad.
Máximo Kirchner reapareció este domingo en una entrevista distendida con Tomás Rebord en el canal de YouTube Blender, donde habló sobre la rutina diaria de su madre, Cristina Fernández de Kirchner, tras el inicio formal de su prisión domiciliaria. Pero además de sus definiciones políticas, hubo un gesto que generó simpatía en el distrito quilmeño: el diputado lució una campera del club Argentino de Quilmes, emblema deportivo del barrio.
El dirigente del Frente de Todos conversó durante más de una hora con el conductor del ciclo, en un tono entre íntimo y político, donde no evitó referirse a la nueva etapa que atraviesa su madre tras la confirmación de la Corte Suprema de Justicia de la Nación que ratificó la condena a 6 años de prisión por corrupción en la causa Vialidad.
“Hoy me llamó tempranísimo, 8 y cuarto, me había levantado recién y empezó con lo del conflicto de Medio Oriente”, contó entre risas, al tiempo que resaltó que Cristina “siempre está muy atenta” a las noticias de actualidad. Máximo detalló que la expresidenta “ya empezó con su rutina” en su departamento de Constitución, que hace gimnasia, lee mucho y “es muy firme”.
“Estaríamos hablando de un personaje de Marvel pero no lo es. Sabe transitar la adversidad”, dijo sobre Cristina. Y agregó: “Es un momento complejo, pero también de mucha entereza. La condena es injusta y su detención también”.
Mientras tanto, Cristina Fernández sigue cumpliendo prisión domiciliaria en su vivienda de la calle San José 1111, en el barrio porteño de Constitución, desde donde sigue activa en redes sociales criticando al “Partido Judicial” y alentando a la militancia, como hizo también este domingo al asomarse a su balcón para saludar.
